Alban Michon

¿Cuándo y por qué empezaste a bucear?Empecé a bucear en 1988, a la edad de 11 años. Nadie en mi familia buceaba, pero yo ya recortaba páginas de revistas cuando veía fotos de buceadores. En aquel tiempo también veía los programas de Cousteau que me hacían soñar. Como no vivía en la costa, empecé a bucear en la piscina y enseguida me gustó esa sensación de ingravidez. Me sentía bien y me encantaba descubrir otro universo. Entonces decidí que haría de esto mi trabajo. Creo que eso es la pasión, algo que no controlamos y que nos atrae. 

Si tuviera una conexión espiritual con un pez, ¿cuál sería?Me gusta mucho el ángel marino del Ártico. Creo que parece una pequeña mariposa transparente y representa toda la poesía de las aguas polares, ¡Me encanta!

¿Qué medidas estas tomando para mejorar la salud de nuestros océanos?¿Tienes algún consejo para los que quieran colaborar?Hay tres cosas. Lo primero es que buceo con cuidado, no toco el fondo, no toco los animales. Lo segundo es que durante mis expediciones traigo información científica para proteger y comprender mejor los océanos. Por último, estoy trabajando en ello porque durante mi próxima expedición, esta base de investigación científica submarina permitirá a los científicos sumergirse durante varios meses bajo el Océano Ártico, para empezar, con el fin de comprender y proteger mejor los océanos. 

¿Algún talento oculto?Canto muy bien bajo el agua cuando estoy buceando, música de los 80.