¿Cómo cuidar tu regulador de buceo?

Tu regulador de buceo es tu línea de vida bajo el agua, por lo que un mantenimiento adecuado es esencial tanto para tu seguridad como para su durabilidad. Ya seas principiante o buceador experimentado, seguir las mejores prácticas de mantenimiento garantiza un rendimiento óptimo durante años.


En esta guía, te detallamos los pasos clave para mantener tu regulador en perfectas condiciones.

1) ¿Por qué es importante el mantenimiento del regulador?

2) Guía paso a paso para mantener tu regulador

3. Revisiones y mantenimiento profesional

a. Mantenimiento del regulador de buceo

Tu regulador controla el flujo de aire desde la botella, permitiéndote respirar con facilidad bajo el agua. Con el tiempo, la exposición al agua salada, los rayos UV, la arena y los residuos puede provocar desgaste y afectar su rendimiento. El mantenimiento regular ayuda a prevenir fallos, prolongar su vida útil, asegurar una respiración fluida y evitar reparaciones costosas.


Un regulador de buceo bien cuidado comienza con una buena elección. Consulta nuestra guía sobre Cómo elegir tu regulador de buceo para vivir la mejor experiencia submarina.

a. Desconectar el regulador después de una inmersión

Después de bucear, retira el regulador una vez que la válvula del tanque esté cerrada y se haya liberado la presión. Para evitar la acumulación de humedad, seca la tapa protectora con un soplido corto de aire del tanque antes de colocarla firmemente. Este paso simple protege los componentes internos y prolonga la vida útil del regulador.

b. Limpieza del regulador

El mejor momento para limpiar el regulador de buceo es lo antes posible después de la inmersión. Un aclarado a fondo con agua dulce le ayudará a evitar la acumulación de sal, la corrosión y la rigidez de las piezas móviles.


Lo ideal es conectar el regulador a una botella presurizada antes de aclararlo. Esto evita que entre agua en el mecanismo. Si la presurización no es una opción, toma precauciones adicionales para mantener el agua fuera de la primera etapa.


Limpieza de la primera etapa:
1. Asegúrese de que el tapón protector esté completamente seco y bien colocado antes de aclararlo. Consejo profesional: Si tu regulador de buceo cuenta con la tecnología de dispositivo de cierre automático (ACD), tendrás una protección añadida en este punto, ya que el ACD sella automáticamente la entrada cuando el regulador no está conectado a una botella.


2. Aclara con agua dulce, cubriendo todas las superficies externas.


3. Si tu regulador tiene protectores de latiguillo, tira ligeramente de ellos hacia atrás para enjuagar los conectores.


4. Aclara el latiguillo del regulador, el conector y el manómetro para eliminar cualquier acumulación de sal.


¡Nunca hagas esto!
• ¡No sumerjas la primera etapa en agua! Esto puede causar corrosión interna, dañar los latiguillos y arruinar el manómetro.


Limpieza de la segunda etapa:
1. Sumérgela en agua tibia para disolver sal o arena.


2. Gira suavemente los mandos de ajuste (como el Venturi o el esfuerzo de apertura) para eliminar residuos.


3. Agita la segunda etapa en el agua sin presionar el botón de purga, permitiendo que el agua fluya por la boquilla y la válvula de exhalación.


¡Evita esto!
• No presiones el botón de purga si el regulador no está conectado a una botella presurizada.


• No uses chorros de agua a alta presión directamente sobre la segunda etapa, ya que podrías dañar el diafragma o la válvula interna.



Consejos adicionales
• Evita productos de limpieza con hidrocarburos: pueden dañar plásticos y gomas.


• No uses disolventes, aerosoles ni propelentes.


• No utilices cepillos abrasivos ni herramientas que puedan rayar o dañar las piezas delicadas.

c. Secado adecuado del regulador

No seques tu regulador al sol directo, ya que los rayos UV degradan el caucho. Colócalo en un lugar sombreado y bien ventilado, colgado para que drene el agua. Enrolla los latiguillos sin apretar para evitar dobleces tensiones. Asegúrate de que esté completamente seco antes de guardarlo para evitar moho deterioro.

d. Almacenamiento correcto

Guarda el regulador en posición horizontal para evitar tensión en los latiguillos. Nunca lo dejes montado en la botella.


Guárdalo en un lugar seco, a temperatura ambiente, lejos del calor, la luz solar y vapores químicos que puedan dañar los materiales.

e. Viajar con tu regulador

Llévalo en una bolsa protectora para evitar golpes. Muchas aerolíneas recomiendan llevarlo en el equipaje de mano. Mantenlo alejado de equipos pesados para evitar aplastamientos y guárdalo en un lugar seco y con temperatura controlada. Consulta también nuestra guía sobre Cómo guardar tu equipo de buceo.

f. Consejos adicionales para el mantenimiento de su regulador de buceo

Nunca levantes tu botella de buceo por la primera etapa de tu regulador de buceo. Aunque pueda parecer un agarre cómodo, esto puede causar graves daños tanto al regulador como a la grifería de la botella.


Lleva siempre en tu equipo de buceo piezas de repuesto esenciales, como una boquilla y un juego de juntas tóricas. Estos accesorios de repuesto pueden salvar una inmersión al permitirle solucionar rápidamente pequeños problemas sin interrumpir tu aventura submarina.

a. Inspección regular

Comprobación del equipo antes de la inmersión:
Un mes antes de tu viaje de buceo, revisa tu regulador de buceo para asegurarte de que está en buenas condiciones. Así tendrás tiempo suficiente para revisarlo si fuera necesario. Si no utilizas tu equipo de buceo con frecuencia, sácalo del armario e revísalo cada dos meses para evitar problemas inesperados.

Inspección visual:
• Primera etapa: busca cualquier corrosión externa o daño visible.


• Latiguillos del regulador: comprueba si hay grietas, hinchazones o desgaste, y asegúrate de inspeccionar debajo de los protectores de los latiguillos.


• Conexiones de los latiguillos: asegúrate de que todos los latiguillos estén bien apretados para evitar fugas de aire durante las inmersiones.


• Boquilla: comprueba que no presenta desgarros, agujeros o desgaste que puedan comprometer la comodidad y la seguridad bajo el agua.

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Pruebas funcionales:
• Segunda etapa: conecta tu regulador de buceo a una botella y respira profundamente varias veces. Asegúrate de que el flujo de aire sea suave, sin ruidos extraños ni resistencia a la respiración. Comprueba que el botón de purga funciona correctamente.


• Manómetro: comprueba que se pone a cero y que da lecturas precisas de la presión cuando está presurizado.

b. Servicio profesional

Se debe realizar una inspección visual de tu regulador de buceo anualmente, mientras que se recomienda una revisión completa del regulador cada dos años para mantener un rendimiento óptimo.


Confía siempre el mantenimiento de tu regulador a un técnico de buceo Aqualung autorizado y certificado. Esto garantiza que tu equipo de buceo cumple las normas de seguridad más exigentes. Para encontrar un centro de servicio certificado cerca de ti, consulta nuestro Localizador de tiendas.

c. Inmersión frecuente y uso intensivo

Si buceas con regularidad, de forma semanal o mensual por ejemplo, o en una piscina, programa una revisión del regulador de buceo cada seis meses. Este mantenimiento proactivo ayuda a detectar el desgaste prematuro y garantiza el máximo rendimiento.

Recordatorio

Un regulador bien mantenido garantiza inmersiones más seguras y placenteras, y extiende significativamente su vida útil. Siguiendo las rutinas adecuadas de limpieza, almacenamiento y servicio, disfrutarás de un rendimiento confiable y una respiración cómoda en cada inmersión.
Cuida bien tu regulador… y él cuidará de ti bajo el agua.

Esto no termina aquí – ¡Sigue explorando!